Fue difícil trabajar con estos 20 niños haitianos apenas escolarizados, pero llenos de luz y color. Entre ellos tuvimos la suerte de encontrarnos con un futuro rapero de 12 años llamado Wilkin Bautista. Gracias a su insólita capacidad de comunicar conoceremos sus aspiraciones y anhelos en la difícil realidad Haitiana del batey San Luis al otro lado de la Isla, mientras indaga la situación económica y social de su entorno, su religión y sus dos grandes pasiones: el béisbol y el rap. Cortometraje realizado en el Centro Cultural Español en Santo Domingo.

Creado por el 2014-05-03