Animación de Aleksandr Petrov, premiado por un Oscar en 1999 como mejor cortometraje animado. Basado en la novela homónima de Ernest Hemingway, la cual fue galardonada con el Premio Pulitzer.
Su gran valor artístico recae en su creación. Ya que cada cuadro de la película fue elaborado por Alekxandr Petrov sobre un cristal esparciendo sobre este, con sus propios dedos, el óleo, como si cada cuadro fuera un gran lienzo. En el mundo artístico, se ha mencionado, que cualquiera de sus fotogramas podría estar expuesto en una galería o museo. De tal forma que se ha adoptado el termino de “pinturas en movimiento”.