Con un cinismo que roza la misantropía, Eloy escapa de todas las parejas que demuestran su amor en público. Para él, y su neurosis, cada beso ajeno es un espectáculo degradante.No puede creer ser el único que se ve afectado por ellas.
Sin embargo, como buen amante de los extremos, Eloy disfruta, cuando es testigo de una ruptura pública. Aún cuando él pueda ser el próximo abandonado

Creado por el 2013-10-22