La secuencia del juicio que Carl Theodor Dreyer filmó para «La passion de Jeanne d’Arc» (1927) le sirve al cineasta lucense como puesta en escena de otro juicio que tuvo lugar pocos meses antes: la expulsión de Antonin Artaud del grupo surrealista, documentada en las únicas actas mecanografiadas de la organización. La propia presencia de Artaud como actor de la película de Dreyer carga las imágenes de un poso biográfico que se decanta contra la ficción de modo irremediable. Porque aquí, tras la intervención de Ledo, el rostro de Juana de Arco lo ocupa Antonin Artaud, el acusado Artaud, y ya no más María Falconetti.

Creado por el 2013-10-21