En verano los días se ponen muy calientes, y a veces no solo los días. Los cuerpos suben de temperatura y al parecer también las ideas, como a estos dos colegas que disfrutan chupando un buen Calipo, pasando la tarde en su barrio piropeando, pero sobre todo discerniendo (o dudando) sobre sus gustos sexuales.
Un excelente repertorio de piropos para esa alma obrera que todos llevamos dentro.

Creado por el 2014-05-02